sábado, 3 de diciembre de 2011

Intervención de apertura de los Colectivos de Jóvenes Comunistas

 A cargo de Juan Nogueira, Secretario General de los CJC.


Camaradas de la escuela unitaria:

Para mí, es un honor hacer un saludo ante más de 150 jóvenes leninistas, porque lo que hasta muy poco hubiera sido inimaginable, hoy se está haciendo realidad. Y es un honor poder abrir llamandoos camaradas, porque realmente, más allá de que pertenezcamos a destacamentos diferentes, más allá de que hayamos llegado por diferentes vías, más allá de que pertenezcamos a un territorio del Estado Español u otro, los que estamos hoy aquí somos jóvenes comunistas, sanos en lo político, formándonos en lo teórico, cada vez más unidos en nuestra práctica militante, a los que nos une una voluntad conjunta de superar el capitalismo, construir el socialismo y, para ello, actuar unidos en el camino de la construcción del partido de la revolución. Y eso, camaradas, hasta hace no digo años, sino meses, hubiera sido difícil de imaginar.

Lo que alguno puede ver como tan sólo una escuela, tiene una significación política de muy hondo calado. Esta escuela es unitaria y la importancia de ello, en primer lugar, es que es fruto del trabajo conjunto de cuatro destacamentos leninistas del Estado Español. Pero al mismo tiempo, esta escuela va a significar un punto de inflexión en la actual fragmentación de la juventud comunista. Va a significar que, a partir de ahora, la confluencia entre organizaciones sea cada vez mayor, no sólo porque después de esta escuela vaya a tener poco sentido que los comunistas actuemos divididos en nuestra intervención de masas, sino porque hemos hecho del debate entre nuestros militantes de base un eje central que fundamente nuestro avance hacia la unidad. La unidad de los jóvenes comunistas la construiremos, sin lugar a dudas, sobre el debate consciente entre militantes, sobre la base teórica y práctica del marxismo-leninismo, sobre la intervención conjunta de los comunistas entre las masas y con el convencimiento, camaradas, de que sí se puede.

De que sí pudo Fidel, con tan sólo 12 hombres y 6 fusiles, a tan sólo 90 millas de la costa norteamericana. De que sí se pudo en el país más grande del mundo, bajo las condiciones de represión que imponía la monarquía zarista. De que sí se pudo en el país más poblado del planeta, una China en la que confluían los intereses de las cinco principales potencias imperialistas. Y de que sí se puede en el Estado Español. Esta generación tiene que perder esa resignación que nos vendió el reformismo, tiene que perder el sentido de impotencia que nos infunde el capitalismo, tiene que asumir que la Revolución Socialista no será “ya se verá cuándo”. ¡Tenemos que asumir, camaradas, que esta generación no sólo la va a vivir, sino que va a luchar por ella y va a construir la Revolución Socialista en este país!

Y si tenemos ese convencimiento de que sí se puede y de que estamos ante una ocasión histórica para avanzar en esa dirección es porque el capitalismo ya no se sostiene. Como dijo Lenin, los de arriba ya no pueden seguir viviendo como lo venían haciendo hasta ahora, al menos en las mismas condiciones de explotación.

El capitalismo en el Estado Español significa 4.978.300 parados y paradas, un 21, 52% de la población. Significa que más del 20,8 % de la población española vive por debajo del umbral de la pobreza. Significa el recurso a la guerra, en países como Irak, Afganistán o Libia y las nuevas amenazas que ya se preparan contra Siria o Irán.

Significa también el robo de viviendas, sobre el que me quiero detener. Desde el inicio de la crisis capitalista la banca ha desahuciado más de 300.000 viviendas al pueblo trabajador. Con un tamaño medio de 4 miembros por familia, eso quiere decir que 1.200.000 personas han sido expropiadas de su vivienda (más de la población de Asturies). En el Estado español hay 150 desahucios al día, con nuevas fórmulas de desahucio exprés que aprobó el gobierno del PSOE. El deshaucio exprés consiste en que ante el impago de dos meses de alquiler, el banco te puede robar en 15 días la casa, sin importarle si tu situación es de desempleo, si la empresa no te paga o si el euribor sigue compitiendo con la prima de riesgo a ver quién sube más alto. Y no nos confundamos, la banca roba lo ya pagado de la vivienda, la propia vivienda y aun deja a las familias endeudadas. ¡Esto, según la Constitución Española, se le llama “derecho a la vivienda”! ¡Y los más curioso es que algunos digan que con esa constitución podemos avanzar hacia el socialismo!

El capitalismo niega el futuro a la juventud, privatizando la educación mediante Bolonia y Estrategia Universidad 2015, o con un nuevo contrato sin derechos laborales y con un salario de 436€, que entró en vigor durante la jornada de reflexión del pasado 19 de noviembre.

Y es que el capitalismo sí que reflexiona. Y reflexiona bien. Y bien que tendrán que reflexionar porque se les está estropeando el invento con el que han conseguido que en España, 2000 familias de la oligarquía, se apropien de más del 80% del Producto Interior Bruto.

Y en las actuales condiciones de desahucios, de contratos de miseria, de guerra imperialista, de millones de personas en paro, el capitalismo está generando las condiciones para que objetivamente cada vez más gente entienda que sus intereses son irreconciliables con este sistema y apueste por la superación del mismo. El capitalismo, como dijo Marx, en su propio desarrollo histórico natural crea a los que serán sus propios sepulteros.

Pero una cosa es que la juventud no tenga perspectivas, que se indigne, que esté siendo puteada, y otra muy distinta es que sea capaz de organizarse de la única forma por la cual se ha conseguido superar el capitalismo, que le pique a quien le pique, es bajo la organización bolchevique.

Y ese es la labor que tenemos las y los comunistas. Construir la organización, dirigir las luchas y hacer entender que hoy, más que una opción, la superación del capitalismo es una necesidad; que hoy, camaradas, organizarse en la juventud comunista es más que una opción, una necesidad; y que hoy, inaugurando esta escuela, estamos dando un paso importantísimo en ese objetivo estratégico que tenemos en esta fase los comunistas hacia la revolución, que es la construcción de las condiciones subjetivas: organización, ligazón de masas y conciencia de clase.

En ese sentido, esta escuela es sinónimo de unidad, y queremos que sea sinónimo de juventud consciente, de juventud disciplinada, de juventud organizada, un ejemplo de relaciones de camaradería y una superación de muchos de los vicios de la vieja izquierda. Caracterizar y construir la organización revolucionaria es una tarea prioritaria, por eso lo hemo escogidos como tema fundamental de esta escuela.

Volviendo a Fidel, con sus 12 hombres y 6 fusiles; yendo al glorioso PCE de Pepe Díaz y Pasionaria; volviendo a los bolcheviques en Octubre; si algo podemos encontrar en común entre ellos que los caracterice, no es ni que fueran muchos ni que lo tuvieran fácil. Pero sí, que supieron entender a la perfección el momento histórico, que tenían organizaciones bien compenetradas con las masas de sus respectivos países y que sus organizaciones eran un ejemplo del funcionamiento monolítico del centralismo democrático. Y por eso decimos, que vamos a formarnos, que vamos a intervenir y que vamos a construir la organización de la revolución, apostando por la unidad comunista.

Por el momento, un saludo a la escuela unitaria, y enhorabuena, porque en España estamos reconstruyendo esa joven guardia que va forjando el porvenir, templada en la miseria y que sabrá ¡VENCER O MORIR!

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